Sabemos que disponer de un equipo al cual dirigir y supervisar no es fácil. Tenemos claro que por muy buenos especialistas que seáis en recursos humanos llegará el día en el que os veréis desbordados. Uno de los posibles problemas que os encontraréis será lograr que el equipo vuelva a ilusionarse por un proyecto cuando de forma inexplicable haya caído en una rutina que les produzca agotamiento. A ese equipo no se le puede abandonar, sino que hay que recuperarlo. Y una idea es hacerlo con la motivación extrínseca. ¿Pero dónde se estipulan los límites?
Un arma de doble filo
Algunos profesionales recomiendan no acercarse a la motivación extrínseca ni en pintura. No es lo que nosotros vamos a hacer. Hay casos de grandes y pequeñas empresas en las que la motivación extrínseca se ha manifestado como la forma de lograr una mejora en el día a día. Pero si somos sinceros, también hay casos en los que instaurar este tipo de motivación ha acabado llevando al traste a más de un negocio, dejándolo todavía en una situación peor de la que estaba.
Así que lo primero que hay que hacer es conocer los riesgos antes de meternos en un jardín que luego resulte demasiado frondoso para salir de él sin machete en mano. Quede constancia de que la motivación extrínseca se trata de aquella que conseguimos expandir por medio de estímulos externos. Y ya sabéis lo que dicen de los estímulos externos: que al final siempre hay costumbre de hacerlos internos.
Pautas para no caer en el intento
La empresa que quiera implementar una estrategia de motivación extrínseca entre sus empleados deberá hacerlo con mucho cuidado y delicadeza. Recomendamos que lo que se haga sea un pequeño estudio de qué puede ser aquello que motive a los empleados para recuperar la buena marcha que tuvieran en el pasado. Un factor externo y que no esperen, así como uno sin el que se pueda vivir de forma permanente. Debe ser algo que les motive de manera aislada y que luego ese impulso que les proporcione en términos de ánimo les acompañe a lo largo del tiempo futuro.
Es difícil, no os vamos a decir que no, pero sí posible. La mejor decisión la tomaréis si conocéis a vuestro equipo y si os pasáis un buen tiempo decidiendo lo que será mejor para vuestra empresa. Hay tanta variedad de situaciones que no os podemos dar una respuesta exacta. En algunas empresas ha motivado algo tan simple como realizar una fiesta por todo lo alto con todos los empleados, mientras que en otro caso se les ha tenido que invitar a unas vacaciones de fin de semana con todos los gastos pagados. La realidad es que la motivación extrínseca funciona, pero hay que ser muy cuidadosos con ella.