Los gestores de los departamentos de recursos humanos se enfrentan a un doble reto. Por un lado, estar a disposición de la dirección de las empresas para desarrollar sus políticas laborales sobre la base de una lealtad profesional a prueba de dudas.
Por otro lado, deben permanecer en contacto con los trabajadores, controlándolos, estimulándolos y haciéndose responsables de canales de comunicación entre la dirección y los trabajadores.
Para conseguir ese encaje, que no resulta fácil, sólo existe un camino, tiempo y dedicación. Con mucha mano izquierda.
Pero hay algo más, una serie de actitudes que ayudan mucho, para revelar que la persona que está al frente del departamento de recursos humanos es un profesional fiable. Veamos cinco actitudes con las que conseguir esa confiabilidad en la empresa cuando el responsable del departamento de recursos humanos está a la vista de todos:
– Abrirse a nuevas ideas. Ser creativo e innovador y transmitir esa actitud a todos los niveles de la empresa.
– Vivir los valores de la empresa. Un gestor de un departamento de recursos humanos no puede permitirse estar en disonancia con los valores que impulsa la empresa. Una oportunidad para exhibir con absoluta naturalidad los que mejor se relacionan con la personalidad del responsable del área. Es posible que no se compartan todos los valores, pero dejarse llevar por los que amamos, mejora la imagen del gestor. Una pasión que todos percibirán.
– Colaboración con los trabajadores. Un gestor de un departamento de recursos humanos ha de estar un paso al frente en cualquier colaboración con los trabajadores. La que sea. Es su trabajo, es el lado más humano de su trabajo.
– Aprender de los errores y reconocerlo. Reflexionar sobre los fallos cometidos y trasladarlo a los demás con naturalidad y con confianza pone al gestor de un departamento de recursos humanos donde tiene que estar en la línea del trato más humano y sincero. Ni que decir tiene que hay que estar abiertos a todos los comentarios, los que gustan y los que no agradan tanto.
– Ofrecer más de lo que se espera. Un responsable de un departamento de recursos humanos ha de ser muy proactivo, pero la apreciación de los demás mejora cuando, además, se hace más de lo que se espera de él. Ser trabajador por naturaleza es una buena tarjeta de visita.
Lo demás, ser feliz con el trabajo que se hace, por y para las personas, por y para la empresa. Y si la vocación respalda y alienta cada jornada laboral, mejor que mejor.