el teletrabajo

El poder estar conectado en todo momento ha de tener sus ventajas, incluso cuando esta conexión se traslada al ámbito laboral. En la era en la que gran parte del trabajo de oficina lo podemos hacer desde casa o desde cualquier punto, pero sin estar físicamente en el edificio de oficinas, son muchos los que abogan por el “teletrabajo para todos”.

¿Qué se puede conseguir con políticas que apuesten más por el teletrabajo?

Por supuesto, como en cualquier iniciativa que se pueda desarrollar hay quienes perciben los riesgos o incluso las perspectivas negativas y es que en el teletrabajo también pueden existir cuestiones menos beneficiosas de lo que nos gustaría a los trabajadores, como el hecho de que nuestro jefe pueda exigirnos en cualquier momento que estemos conectados y pendientes del trabajo. Sin embargo, hay partes muy positivas dentro de esta historia:

  • Posibilidad de conciliar. A través del teletrabajo, son muchos los que ven posible la conciliación, porque pueden organizarse el trabajo dentro de su tiempo en casa, pudiendo incluso salir a recoger los niños al colegio, volviendo cuando resulte necesario.
  • Ahorro de energía. El hecho de que un porcentaje alto de personas no tenga que desplazarse al trabajo, hace que se ahorre energía de transporte, así como se contamine menos el medio ambiente. Los recursos de las propias empresas se pueden utilizar mejor si las iniciativas de teletrabajo se combinan con los puestos itinerantes y la gente puede ir rotando.
  • Aprovechamiento del tiempo. Si una persona no tiene que desplazarse para ir a su trabajo, además de ahorrar energía, ahorra tiempo porque las horas invertidas en ir al trabajo, se pueden invertir directamente en trabajar, al igual que las horas de vuelta de casa. Un ritmo de vida más beneficioso para todas las partes implicadas.