Un departamento de recursos humanos lleva como seña de identidad el estilo de la empresa, el de sus gestores, pero también la de quienes están al frente de ese recurso vital de una firma. No se nace siendo gestor de recursos humanos, uno se hace con la experiencia. Aquí van tres notas de color sobre el tema que pueden abrirte los ojos. Sobre todo si estás empezando en la profesión. Toma nota:
– El precio del reclutamiento de nuevos trabajadores. Cuando se hace una buena contratación, cuando se consigue el trabajador perfecto para cubrir el puesto de trabajo que se necesita habilitar, el precio de ese servicio conseguidor casi es lo de menos. Con el tiempo nadie recordará lo que costó conseguir ese fichaje, sino que se consiguió. La rentabilidad del puesto de trabajo es el valor que ha de tener en cuenta un buen especialista en recursos humanos. Y éso se paga.
– Calificaciones incalificables. Un año o dos años después de titularse en la universidad sin ocupación alguna como gestor de recursos humanos es todo un mundo. No importa qué calificaciones hayas obtenido, lo que importa para quien te va a contratar es la experiencia que tienes. La pregunta clave de qué has estado haciendo durante todo ese tiempo en blanco puede resultar muy embarazosa.
Trabajar como responsable de recursos humanos es lo que te dará opciones para conseguir el puesto de trabajo que buscas en un departamento de recursos humanos. Sí, una pescadilla que se muerde la cola, pero así funciona el mercado laboral para los que gestionarán el mercado laboral para las empresas. Curioso, pero cierto. Ponte las pilas.
– Hablar el lenguaje de los otros. Para tener influencia como gestor de recursos humanos, para persuadir, hay que conectar con la gente y en un nivel más profundo, emocional si se quiere. Se trata de hablar el idioma de los demás, usando sus palabras, no las tuyas. Este es un buen consejo. De los que abren puertas y conciencias. Y mejoran las actitudes entusiastas y colaborativas. ¿Has tomado nota?.