Los departamentos de recursos humanos son grandes desconocidos para los trabajadores, su trabajo invita a los profesionales de la cosa a permanecer sólo el tiempo justo en ellos para no perder la perspectiva, y, algo más, las grandes empresas harían bien en observar cómo llevan sus relaciones laborales las pequeñas. Seguro que aprenderían más de lo que se imaginan. Veamos desarrolladas cada una de estas tres ideas:
– Desconocimiento de lo que es recursos humanos. El público en general, e incluso el que no es general, el que trabaja en las empresas, desconoce qué es lo que hace un departamento de recursos humanos. Se queda en la idea de que es parte del engranaje de la dirección de la empresa, está en todas cuando hay que despedir gente y organizan cursos profesionales.
Decir éso es llevar los argumentos al terreno de lo simple. Un departamento de recursos humanos aporta valor añadido a la relación entre los gestores de las empresas y la fuerza laboral, no despide gente, lleva a efecto la política laboral y de empleo que deciden quienes gestionan las firmas.
Y, por último, no organiza cursos, implementa métodos de formación para adaptar el desempeño laboral de los trabajadores a las necesidades cambiantes de las tareas. Tareas que cambian de acuerdo a otras necesidades, las de producción, que marca el mercado y los consumidores.
– Permanecer en el mismo departamento de recursos humanos el tiempo justo. Trabajar toda una vida en un mismo departamento de recursos humanos no es un buen plan profesional para un profesional, como no lo es cambiar con demasiada facilidad de una empresa a otra. En el primer caso, se desperdiciará la posibilidad de formarse en diferentes ambientes y bajo distintos presupuestos de acción. En el caso de realizar muchos cambios de empresas en poco tiempo, se pasará a la versión contraria, a no desarrollar las habilidades que necesita un profesional de los recursos humanos y que sólo llega conociendo a la gente y a los medios de una empresa.
-Las grandes empresas han de aprender de las pequeñas. Es en las empresas pequeñas donde se puede distinguir ese rasgo humanizador que potencian los departamentos de recursos humanos. Todos en la empresa se conocen y los apoyos son fáciles de sugerir. En las empresas grandes no suele ser así, la vida laboral va por departamentos y es más difícil que se desarrolle una conciencia colectiva más allá de la identidad de marca. Lo dicho, las empresas grandes deben aprender de como gestionan las pequeñas su capital humano.