Conflicto laboral RRHH
La competencia entre grupos de trabajo, que impulsan los sistemas de recompensa laborales en las empresas, ofrece ventajas aparentes para alcanzar las metas estratégicas de las firmas que las apoyan. Sin embargo, también puede ser una puerta abierta para la generación de conflictos entre empleados que paradójicamente acaben por generar más disfunciones que beneficios.

 
Los departamentos de recursos humanos y los niveles de gestión medios de la fuerza productiva son los que tienen en sus manos el desafío de anular los efectos negativos de estas políticas. ¿Cómo? es lo que vamos a descubrir a continuación. Veamos qué prácticas saludables de buena inteligencia emocional ayudan a mejorar las relaciones entre trabajadores del mismo nivel más allá de las presiones competitivas de un sistema de recompensas por rendimiento:
 
-Mirarse en el espejo. Se trata de un ejercicio de autoobservación y de instrospección. De descubrir cómo nos vemos cuando tratamos con compañeros y se produce una competencia entre grupos de trabajo. Cómo interactuamos, qué lenguaje utilizamos, cuáles son nuestras prioridades en cada momento, qué información compartimos… Y ser comprensivos con lo que descubramos.
 
-Salvar la cara. Si se produce un conflicto con un compañero y cree que tiene razón, de lo  que se trata es de resolverlo en privado. Si la disputa se hace en público, podrán ocurrir dos cosas, que el asunto se haga más grande todavía y que el conflicto alcance a todo el departamento y más allá y que el asunto pueda volver a reproducirse en el futuro.
 
-No hay que ganar siempre. Si se aspira a ganar todos los debates y a vencer en todas las situaciones, el efecto colateral que resulta de todo éso es claro, en la competencia entre grupos de trabajo los perdedores abrirán brechas en la relación por todos los motivos imaginables. Nadie que haya perdido su autoestima estará dispuesto a colaborar con quien haya hecho todo para conseguirlo.
 
-No alimentar los conflictos personales. Si una de las partes se muestra irreductible en los planteamientos de un conflicto por competencia entre grupos de trabajo, deje que las aguas se serenen e intente retomar el asunto un par de días más tarde. Habrá separado la emocionalidad del momento del problema en sí, y tal vez con ello pueda tener el camino más llano para alcanzar un acuerdo o redefinir el motivo último de la disputa.
 
-Colaborar. Es posible colaborar sin perder de vista los propios intereses. Se trata de evaluar qué necesidades tienen los compañeros de los otros grupos. Con ello, mejorará la relación y tenderá puentes. Nunca olvide, nunca, que a pesar de las diferencias, todos participan del mismo compromiso en la empresa.