Hablamos en muchas ocasiones de cómo trasladar programas de formación a la empresa de manera que los empleados puedan crecer en términos profesionales y así sentirse más útiles. Nos solemos plantear las formas más adecuadas de hacerlo para que se pueda combinar un gran aprovechamiento del horario de los empleados y que al mismo tiempo su formación tenga sentido. Y en este aspecto en lo que hoy queremos hacer especial hincapié es en la importancia de la formación en seguridad informática. ¿Cuándo y cómo plantearla?

Un recurso fundamental

Entre las distintas cosas que pueden aprender nuestros empleados para potenciar su currículo y sus prestaciones y habilidades en el trabajo la seguridad informática es un elemento clave. Principalmente porque con ella nos vamos a beneficiar tanto nosotros a nivel corporativo como ellos de forma profesional en distintos aspectos. La seguridad en los sistemas informáticos se debe potenciar para evitar situaciones indeseadas en los equipos de la empresa, lo que podría llevar a perder información confidencial o a poner en riesgo ciertos elementos que preferiremos que estén protegidos. Al mismo tiempo también ayudará a que los empleados tengan siempre sus ordenadores en buen estado y que así no tengan que perder tiempo respondiendo a problemas que se puedan producir de forma esporádica, como infecciones de troyanos o spyware.

Comenzar desde la base

Es preferible no dar por sentado que nuestros empleados tendrán unos conocimientos específicos sobre seguridad informática. En ocasiones ni algo tan básico como configurar un antivirus está entre los conocimientos de los trabajadores, que posiblemente destaquen en sus respectivos puestos pero hayan dejado el aspecto informático al margen. Por eso hay que comenzar desde la base, enseñando a los empleados cuáles son las principales consecuencias de no tener una buena seguridad informática, como la posibilidad de perder datos o que accedan a la red privada de la empresa usuarios ajenos que tengan malas intenciones.

A esto hay que combinar el aprendizaje de los principales sistemas de seguridad, como antivirus, sistemas de bloqueo de spywares y programas de limpieza de troyanos y agujeros de gusano. También hay que alertar de los scams y de cualquier otro tipo de problema de seguridad que se pueda producir, incidiendo sobre todo en lo importante que es la protección previa a que se produzca el ataque.