La motivación positiva es uno de los motores con más encanto de la acción humana. La motivación humana tiene poco que ver con las culturas y todo con nuestra psicología. Es un rasgo que está presente en todas las culturas y ha sido parte de nuestro éxito como especie.

 

Sólo hay que rastrear cualquier historia sobre logros humanos para encontrar las mismas condiciones de ilusión y compromiso. Pueden cambiar las denominaciones de esos dos motores que salvan los desafíos, pero sus mejores resultados son una garantía para el éxito de las organizaciones. Y las empresas son organizaciones perfectas en las que armar una estrategia de éxito sobre la base de una motivación positiva.

 

Dentro de todas las acciones que puede desarrollar una empresa, la motivación positiva -que también puede dinamizar un área de recursos humanos- es de las que resultan más económicas y más rentables por el alcance de sus efectos. Entre otros, el aumento de la productividad y la viralización de los valores positivos de la identidad de una marca fuera de ella y en la sociedad. Un aprovechamiento exitoso de la motivación positiva en el seno de una empresa hará que los medios que se pongan a su servicio hagan justicia a sus fines.

 

Todo puede empezar por algo tan sencillo como implicar a los trabajadores en los procesos y en los planes de la empresa. Las personas necesitan dar sentido a sus tareas, conocer el fin, sentirse respaldados por una misión y por una organización.

 

De lo que se trata es de llevar la responsabilidad del trabajo individual bien hecho a un nivel más alto, a compartir fines y éxitos como parte de él. Somos seres extraordinariamente sociales que hemos basado nuestro nivel de desarrollo material e intelectual en la cooperación.

 

En ocasiones se trata de cambiar la mentalidad, no tanto de los trabajadores, sino del gestor o responsables directivos de la empresa. Muchos negocios surgen y se mantienen como consecuencia del compromiso y de los riesgos financieros de sus promotores. Los trabajadores son parte de la mecánica de la empresa para conseguir sus fines.

 

Fines que pueden ser de lo más variado, desde aumentar los ingresos económicos, a extenderse en los mercados o vencer a la competencia y ocupar su espacio. Con información sobre esos éxitos, los directivos pueden pasar a un estado de motivación positiva de manera natural. A los trabajadores, alejados de esa dinámica les será más difícil y se perderá una oportunidad de motivación que puede ser un plus en el negocio o realmente decisiva.

 

Veamos qué es lo que se puede hacer para crear ese vínculo superador e invisible que mueve la motivación positiva de los trabajadores para con sus tareas y los fines de la empresa. Algo que no debería perder de vista un departamento de recursos humanos bien engrasado y que forme parte de los planes y estrategias de la empresa:

 

-Trabajar las emociones. Para los seres humanos la autentificación de los acontecimientos que suceden a nuestro alrededor no está relacionada tanto con la fuerza de los hechos en sí, como con las emociones asociadas a ellos. El valor de lo que sucede lo subraya la emoción subyacente en el acontecimiento. Agradecer, premiar, compensar, respaldar, promover son formas de vincular la tarea y la valoración de los trabajadores con beneficios estimulantes. Se puede ser muy creativo en este aspecto con acciones internas regladas o excepcionales y seguir la estela de los logros de la empresa en el mundo de los negocios.

 

-Comunicación. La comunicación es básica. En ésto, las empresas pequeñas, las que cuentan con menos trabajadores, parten con ventaja porque la información importante que se puede utilizar para capitalizar una motivación positiva llega al empleado de una manera más directa, sin sesgos, sin distorsiones. El trabajador se sentirá así más vinculado a los planes de la empresa y, de la misma manera, más respaldado.

 

Hablábamos de compromiso, pues este es puede ser el gérmen de ese compromiso. Buena comunicación igual a compartir sinergias e idénticos fines.

 

-Participación. La participación es otro elemento importante de toda motivación positiva en una empresa. Alejados los empleados de esa realidad con poco o ningún conocimiento de lo que ocurre, se pierde la posibilidad de llevarles la misma ilusión y el mismo compromiso. Ese trabajo a ciegas en medio de una cultura empresarial, basada en la toma de decisiones piramidal, supone también la pérdida de un potencial, la de unos trabajadores luchando en el mismo bando para mucho más que para mantener sus puestos de trabajo. Estimular el liderazgo positivo entre los trabajadores es un factor a tener en cuenta.

 

-Flexibilidad. Un estudio cuidadoso sobre las virtudes y preparaciones específicas de los empleados puede hacer que éstos se encarguen de lo que realmente les gusta hacer.

 

Que sean reconocidos sus perfiles, sus valores profesionales sólo puede alentar la mejor respuesta humana, la que respalda la satisfacción personal. Ser flexibles en este sentido ofrece beneficios para la empresa a medio y largo plazo.

 

Las acciones de un departamento de relaciones humanas para capitalizar el compromiso de los trabajadores es una tarea sencilla, sólo hay que escuchar a las personas, llevarles una oportunidad para participar y darles un sentido de misión.