El estrés nos ha atacado a todos en algún momento cercanos a un “deadline” o bien, en alguna situación donde las cosas se escapaban de nuestro control. En este sentido, todos hemos sufrido en cierto modo sus consecuencias, pero ¿es siempre negativo el estrés? ¿tiene una parte positiva de la que nos podamos beneficiar?
Las situaciones estresantes pueden afectar a la memoria, también tiene consecuencias negativas en nuestro organismo, concretamente en nuestro sistema inmunitario, e incluso en ocasiones el estrés puede afectar a nuestros hábitos del sueño, alterándolos. Todo esto puede hacer que explotemos y que no seamos capaces de concentrarnos en determinados momentos. Pero todo esto, ya lo sabíamos, lo que hoy nos interesa es saber si existe una parte positiva dada por el estrés.
En muchas ocasiones, hemos escuchado eso de “yo es que bajo presión funciono mejor”, por lo que no podemos negar que hay un determinado grupo de gente que prefiere trabajar bajo presión. Como en todo, se requiere un equilibrio, porque si hay presión, pero no hay margen de tiempo, da igual que nos sintamos presionados porque no podremos tener éxito en el proyecto que tenemos entre manos.
Existen algunas tareas que podemos hacer con presión y de hecho las hacemos mejor si nos sentimos estresados y son aquellas sencillas, pero en las que necesitamos estar atentos. En estas, debido a la presión no perdemos de vista qué estamos haciendo, mientras que en las desconocidas y que no sentimos que son sencillas no llegamos a realizarlas correctamente si jugamos con presión.
El estrés en sí mismo no tiene una parte positiva como tal, sino que somos nosotros quienes tenemos que ponerlo de nuestro lado. Los ritmos de vida que llevamos hacen que estresarnos sea algo realmente común, por lo que nosotros mismos somos nuestros únicos aliados en la lucha contra el estrés.