Los errores de percepción de los problemas de una empresa pueden llevar al desastre. Pretender saberlo todo lo negativo que pasa en una empresa, conocer lo que no funciona y encontrar soluciones eficaces y rápidas puede estar más allá de las capacidades de una persona que tenga responsabilidades en la dirección. 

 
 
No hay otra que liderar la resolución de los factores negativos de una empresa desde la perspectiva de la flexibilidad y de una mentalidad abierta. Estar siempre dispuestos a aprender y a dejar asesorarse por quienes conocen y saben. Esa es la estrategia. Los errores de percepción de los problemas de una empresa más comunes y los que hay que corregir suelen ser estos cuatro puntos:
 
– Visión limitada. Quienes dirigen las empresas suelen reducir los análisis de las consecuencias de situaciones adversas a unas pocas condiciones. Se trata de un error, en una coyuntura comercial globalizada, los factores que actúan sobre el destino económico de las empresas son tantos que reducirlos contribuye a distorsionar los enfoques.
 
Error de juicio
 
– Juicios equivocados. Los administradores de las empresas suelen querer oír un análisis lo que va a pasar y no lo que podría pasar. Se trata de un matiz que puede marcar una diferencia. La primera opción cierra la perspectiva de considerar otras cuestiones de riesgo para las empresas si no se acierta con la evaluación, la segunda, permite abordar más hipótesis.
 
– Volubilidad en los análisis. Se suelen ver los riesgos de forma distorsionada. Si afecta a la propia empresa, entonces existe la tendencia de ver medio vaso lleno, si afecta a la competencia, se verá medio vaso vacío. La apreciación consigue centrarse cuando evaluamos los riesgos sin presunciones.
 
– Mala percepción de las causas. Las causas por las algún aspecto de la empresa no funciona pueden ser complejas. Si no se está en condiciones de entender las circunstancias que desencadenan los acontecimientos que resultan negativos para la empresa, aprender y buscar asesoramiento en quien sabe, no es ningún desdoro.
 
Corregir estos errores de percepción de los problemas de una empresa llevar a un cambio en la mentalidad de quien dirige. Positivamente. Ése es el reto.