Zona de confort
La zona de confort es un lugar peligroso desde el que dirigir un negocio de éxito. Todo resulta familiar, fácilmente controlable, no hay riesgos. 

 
Suena bien, pero si el panorama comercial cambia y no cambiamos para seguir ofreciendo servicios alineados con las nuevas tendencias, acabaremos siendo pasto de la obsolescencia, no la tecnológica -o sí-, camino de quedarnos al margen y, de paso, perder clientes no satisfechos, líneas de negocio y la parte del pastel del mercado que nos hacía sentir seguros.
 
Única opción disponible
 
Salir del armario de una zona de confort no es una opción, es la única opción para sobrevivir en los negocios.
 
Hay muchas maneras de salir de la zona de confort. Pero las que funcionan son las que te hacen  tomar conciencia de tu situación comercial en el mundo y de tus puntos fuertes. De entrada, sueña. Intenta visualizar qué quieres lograr en los negocios, y luego, pisa el suelo, plantéate cómo llevar a cabo ese sueño. Traza un plan.
 
Idealismo de serio
 
Los profesionales que quieren mejorar de verdad sus opciones en el mercado y salir de la zona de confort que se han creado no son para nada serios con sus planteamientos ideales e idealistas, con cómo se quieren ver; pero en cambio si son serios con su compromiso por convertir esos sueños en realidades palpables. 
 
Se trata de profesionales que han comprendido que sin cambios no hay evolución en los negocios. Y adaptarse a las condiciones cambiantes de los entornos comerciales forma parte de los desafíos que se incluyen en el sueldo. 
 
Los responsables de los departamentos de recursos humanos tienen en este sentido una gran responsabilidad para alinear a los cuadros de dirección y a los trabajadores en la línea de no abandonar los objetivos más progresistas en sus campos profesionales.
 
¿Qué harás ahora para salir de tu zona de confort?. ¿Sales o te quedas a verlas venir?.